Michael Gale mató en el último segundo a los Cocodrilos de Caracas (Cocodrilos65- Marinos68)

Marinos de Anzoátegui derrotó a los saurios 65-68, basando su juego en buena defensa y respuesta de la banca. El quinteto capitalino fue dejado en el terreno por segunda vez en la misma semana Increíble. La historia se repitió, Cocodrilos de Caracas fue dejado en el terreno, como se dice en el argot del béisbol, cuando Michael Gale robó un balón y encestó un triple, en el último segundo del partido, desde la mitad de la cancha para que triunfara Marinos de Anzoátegui 65-68 sobre los saurios.

Por segunda vez en la misma semana, los saurios son aniquilados en su casa. El jueves pasado, Rafael “Chamo” Pérez convirtió un triple desde casi ocho metros para que triunfara Trotamundos 80-83. “Fue grandioso. Robé el balón, lo tomé, lancé y entró. No lo planeé. Tuve mucha suerte”, aseguró Michael Gale sobre las impresiones de su tiro que mató a los saurios cuando expiraba el último aliento del juego. Los primeros tres cuartos los saurios ganaron 17-12, 30-27 y 47-46. En el último período, David Cedeño anotó un triple empezando el tramo para que la nave se fuera arriba por primera vez en el partido 47-49. Cedeño fue factor clave en la victoria del Acorazado Oriental, que divide honores con Cocodrilos, al anotar 10 puntos en el último cuarto, incluido tres triples en el período decisivo. La nave jugó con bajas sensibles en su plantilla, ya que Diego Guevara tuvo un esguince en el tobillo en el primer partido de la serie, Axiers Sucre sufre molestias en la espalda y Adan Reyes, que tuvo gran partido conduciendo el ataque oriental, fue sacado en camilla del partido por lesión en la espalda cuando restaba 5:52 por jugarse del último cuarto. Michael Gale, el héroe del compromiso, totalizó 15 tantos, incluido el triple de la victoria. El brasileño Hatila Passos tomó 14 rebotes y anotó igual cantidad de puntos. David Cedeño finalizó con 12 unidades y tres cestas desde los 6,25. Por Cocodrilos, Jason Crowe anotó 21 puntos para ser la figura más destacada del encuentro. Juan Herrera disputó su partido 700 de por vida en la LPB, todos con la camiseta de del quinteto saurio.