Con una espectacular remontada en el último cuarto, comandada por el alero, Cocodrilos derrotó a Marinos y ahora la serie retorna a Caracas
Cocodrilos de Caracas sacó su casta de campeón y cuando parecía muerto revivió de la mano de Luis Bethelmy, quien anotó 15 de sus 27 puntos en el último cuarto para liderar la remontada de su equipo que terminó ganando 93-86 a Marinos de Anzoátegui y se puso 2-3 en la final de la LPB.
Con la victoria, los saurios forzaron el retorno al Parque Naciones Unidas de la capital, para tratar de revalidar la corona ante su público.
Los avileños empezaron muy bien el partido y lograron dominar el primer cuarto 23-22, pero inspirados por su fanaticada, el Acorazado arrancó el segundo acto con un parcial de 23-4 en los primeros siete minutos y más adelante se despegó 50-29 faltando 1:40. El choque parecía sentenciado.
Cuando ya olía a celebración, los reptiles fueron de a poco reduciendo la distancia con un Bethelmy que mostró sangre fría con nueve tantos por la vía del tiro libre (ocho consecutivos para igualar la marca de la liga en finales). Fue el propio alero el que le dio la ventaja a su conjunto (79-80), restando 3:43, al anotar dos puntos tras un robo de Leandro Garciamorales sobre Diego Guevara.
De allí en adelante los locales se desmoronaron. Cocodrilos en cambio mostró aplomo y con libres de Garciamorales y Herrera pusieron a sus rivales en jaque al distanciarse 83-88, con 37.4 segundos en el reloj.
En ese momento el DT de los orientales, Flor Meléndez, pidió un tiempo y cuando fueron a reponer con el saque de lado, David Cedeño y Guevara perdieron la bola. Eso generó la frustración del público, que empezó arrojar objetos contundentes a la cancha. El partido al igual que la noche anterior, debió ser detenido por 25 minutos hasta que se volvió a la normalidad, pero el tiempo no le alcanzó a los navales, que se quedaron con la champaña en la nevera.
“Fue una victoria para asegurar el regreso a Caracas, gracias a Dios sacamos un gran partido. En ningún momento decaímos, antes hemos sacado juegos así. No tenía presión, me concentré en los tiros libres. Ahora cambia todo”, dijo Bethelmy.
“Hicimos los ajustes. Carl Elliot hizo una gran defensa sobre Michael Gale y Leandro sobre Diego. Al parar a esos jugadores por ahí nos pudimos meternos”, analizó el coach Néstor Salazar.
“Mi equipo no está cansado, fíjense que no nos han podido sacar de la cancha”, recalcó.
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